Caminar hacia un destino incierto; identidad

Me transporto volando,
porque el vuelo es transportador:
te lleva de paisaje en paisaje,
de edificio en edificio.

De persona en persona,
de rincón a rincón.

El aire es lo que más nos recuerda que estamos vivos;
el aire, el clima, y sobre todo, el valor de ir por el camino correcto:
Esperanza…

¿Es furia, miedo, lo que frena?
¿Es eso motivo para no ir por la ruta adecuada…,
…la del amor?

Todos los caminos son buenos.
No hay nada que temer.
Solo temo el temor,
quizá por miedo a mí mismo.

La guía de la vida no existe.
Solo existe la guía que llevas dentro de ti.
La mayor ayuda y la mayor satisfacción es esa:
saber que tú mismo siempre te ayudarás, y nunca te abandonarás.

Por eso, reza, ora, canta, baila…
…no creo que merezca la pena renunciar a todo esto.

Y sobre todo, nunca olvides quién eres,
ni lo que de verdad quieres conseguir en la vida.
porque si así lo hicieras, inevitablemente y sin haber disfrutado,
te irías en vano.

Inspiración, el arte de saber volar

Inspiración.

Cambié mis esquemas mentales,
ahora puedo ver,
lo que antes nunca vi.

Por eso es necesario y hermoso cambiar de aires.
De una forma,
o de otra…:
Nunca se vuelve al estado original.

Es lo bello del aprendizaje, tanto de lo bueno como de lo malo.
Se suele decir que es de lo malo de lo que más se aprende,
y supongo que es verdad,
que al sufrir, te sueles replantear tu vida.

Y fuera de todo trastorno mental nuevo inventado hace poco tiempo,
se esconden persona de un alto nivel de conciencia que ningún o casi ningún psiquiatra podría llegar a compreder.

Lucha, lucha interna, y caos externo.
A veces pienso que las cosas se hacen demasiado lentas.
Otras veces, renazco y vuelo.

Este es el verdadero poder de la inspiración:
se necesitan un par de alas para poder volar.
…Y… cada uno ha de hayar las suyas.

Romance de un sueño espiritual

Me di con un golpe en la cabeza;
desde entonces no puedo despertar…

Perdí mi esencia,
seguí luchando hasta el final;
final que es inicio
inicio que es final.

Es raro, porque yo te quería.
Y esperaba que tú también.
Es raro porque la vida es extraña y a veces caótica.
Y es difícil sincronizar la reciprocidad del sentimiento mutuo.

Me enamoré sin darme cuenta,
de una ilusión,
De lo que no es real y sí lo es al mismo tiempo.
Porque todo es real,
todo es perfecto,
¿Hay algo que no lo sea?

Lluvia de espíritus, de almas,
que comienzan a nacer,
para crecer, sufrir, renacer…
Yo os ayudaré en cuanto esté preparado.

PUES aún me falta valor,
constancia, perseverancia,
y compasión.

No obstante, imagino…
…imagino un mundo sin ti,
…imagino el porvenir sin una gota de arrepentimiento por NADA.

Las cosas bonitas no se pueden fingir.
La belleza es subjetiva, y nunca será una mentira.

¿Qué espero?
Espero. Porque la esperanza es el motor de la vida.
Así que espero, y espero no perder eso jamás.
A pesar de todo el mal que pretenda seguirme,
de los demonios y las sombras que me persiguen en la oscuridad.
A pesar de todo eso…

…Sigo teniendo fe.
Y mientras tenga eso,
seré capaz de utilizar mi potencial mental para poder fluir…
y lograr todo aquello realmente importante en la vida.
El amor, la libertad, y…
…nada más

¿Por qué tengo tanta fe?
Es posible que sea una de las enseñanzas del sufrimiento de la vida:
Que no existe el azar,
Que EXISTE la felicidad…
…aunque muchos se nieguen a aceptarlo.

Mfd, melodía agridulce

Sueño agridulce como tantos otros,
desgastes, desastres,
en tanto que dura el arte.

Sustancia engañosa,
veneno;
ciegas certezas,
un día nuevo.

Hasta que te das cuenta,
te das por vencido.
¿Hubo alguna batalla?
La hubo, y perdimos.

Perdimos porque al empezar las reglas eran otras.
Y en eso consistía el juego,
en re-nacer, crecer, sentir el poder…
…para llorar,
…para bajar.

Pues algunas cosas que suben,
vuelven a su sitio.
Otras, sin embargo,
no dejan de subir.

Así que ilusiones marchitas,
¿dónde os quedasteis?
¿en qué parte escapasteis?

Todo me das,
todo me quitas.
Ley básica de la naturaleza.

Tempestad de lo que va siendo y será

De la sangrante niebla de lo tangible
sacas la dureza de lo irreversible.

Das pasos sin mirar atrás,
sabiendo que lo que va quedando
es el reflejo de lo que un día habrá,
y eso permanece en el recuerdo
de aquel que es, que muy pronto será.

Programado por la lluvia que me marcan tus pupilas,
de incandescentes suspiros,
te abres paso río abajo,
sujetando cada roca con tus manos.

Pero nunca te vuelves.
No, nunca.

Esperanza tras oscuros túneles

No, no recuerdo el momento de dolor.
No creo que importe.

Recuerdo otras cosas.
Hoy, sin embargo, no recuerdo nada.

Sincero recuerdo…

Soy el príncipe que levanta su espada,
hacia ninguna parte.
Que huye de su prisión que es su mente.
Buddha.
Espejos rotos.
Un circuito sin razón de ser.

No puede huir.
Está soldada la armadura que protege e impide la libertad.
Llamemos a la grúa de la bondad.
Esa que se lleva los demonios,
para enterrarlos sin piedad.

Solo cuando los demonios tienen alcance y,
poder,
para levantarse.
Entonces no te queda sino ahogar tus profundos y arcaicos gritos,
depresivos y exaltados…,
…pretenden alcanzar la verdad.
¿Toco tu corazón…,
…tu esencia,
…alma,
…pureza…

Descentremos el episodio,
y asomémoslo por la ruptura de esa grieta de desesperanza,
que parece ser el motor,
que tras la oscuridad,
ostenta temor,
para salvaguardar lo poco que queda…,
…de esa luz,
…de esa gran bondad.

Esperanza.

Ensoñaciones de las ramas bajas

La luna es la fuente eterna del mañana.
Cada día cambia de forma,
cada día nos canta una nana.
Distinta.
A veces para bien,
y otras para enloquecer.

Sonrisas distraídas y tristes ilusiones firmes.
Bellas depresiones y fantásticas impurezas…
…Tiernas melancolías.
…Tristes ruinas del alma en pena; vacías…,
tan felices como el mismísimo Cielo.

Aventura eterna de los que cantan, los que pían,
aves, mamíferos, escorpiones y guerreros,
para todos la vida es vida,
y un tesoro.

Fatídico sueño sin despertar último,
tragedia narrada desde el olor de la miseria.
¿Qué sueñas?
Sueño que vivo.
¿Qué esperas?
Canto un aliento a despertares profundos,
despertares difusos,
que me hagan ver algo de esto claro.
Espantosos sueños que no son sueños…

Cae de la rama del saber,
aquello que tanto anhelas conocer.
Cae,
vuelve a caer,
a un vació hondo y profundo,
que pocos se atreven a entrever.

La llama.
La antorcha.
Coge, sé paciente;
resopla.
Es la llama del saber,
que por poco te quema y en cuanto puede,
lo echa todo a perder…
A perder…
Te perdí.
Desperté.