Cantando alabanzas al mal

WOAH…
Plan, plan.
Disparos,
muertes…
En fin,
no me voy a desahogar más.

Lo que ves,
solo es resultado de lo que quieres ver.

Y lo que eres,
solo es resultado de lo que crees ser.

Dispara tú también,
a tu tumba,
a tus demonios y espíritu.
…Y a ti mismo.

Negro.
Como el sol cuando ya está puesto.

Oscuridad,
como después de la penumbra,
cuando ya no hay sombra alguna que admirar…

¿Qué quieres arreglar?
Hay equilibrio, ¿no crees?
Siempre lo hubo,
siempre lo habrá.
Si no lo ves,
ya puedes despertar.

Enrevesamiento divino

Vueltas y más vueltas,

al mismo arbusto.

Locura transitoria,

capa por capa,

inocencia…

Me creo mejor por ser lo que soy.

Mejor de lo que era,

por dar vueltas y más vueltas.

Cada vuelta que doy es un paso más.

Paso hacia el corazón,

…a la profundidad,

del fervor.

Mírame cuando te hablo.

Respeta mi enrevesamiento,

así como yo respeto tu desidia.

Y… todo lo que puedo respetar de ti.

Aunque a veces ni yo mismo me respete a mí…

Es lo que hay,

es la vida,

es el fin,

y el infinito,

de lo que hace vivir y sentir.

Amar en tiempos oscuros

Ramas inundadas por tus rayos,
rayos…
rayos del universo,
del profundo universo
poderoso…


Que no me deja ver.

Y que siempre intento trascender.
Pero son tuyos,
tus rayos,
que cada día intento romper.
Para poder ver,
la niebla que oculta tu ser.
Y después,
transitar,
los espacios que se vislumbran,
cuando te dejas ver.

Veo una dulce musa,
una dulce poesía erótica y sincera.
Veo tras espacios invisibles,
invisibles por ser reales,
reales por hacerlos verdad.

¿Y qué hay tras la verdad?
Tras la verdad no hay nada,
nada más…
…nada más que tú…


Tu brisa,
tu esencia,
tu mentira,
tu verdad.

Eres mayor que yo,
y menor en espesor.
La verdad es relativa,
pero YO la hago OBJETIVA.

Y por eso elijo amar,
amarte,
amarte en la medida en que tú concibes,
y yo entiendo…
…el amor.

Miedo de irrealidad

¿Dónde está esa línea entre el bien y el mal?
…y la que separa la locura de la cordura?

¿Dónde se oculta el punto medio, ése oasis de no-sí?
Si no hay punto medio no hay puntos extremos.
Y si no hay puntos extremos no hay nada que hacer.
Nada más allá de lo que el mundo externo te insta a formar.

Miedo.

Realidad formada por miedo.
Mente formada por miedo.
Si no hay miedo, no hay mente.
Y si no hay mente… ¿hay materia?
Sin miedo, no hay… nada.
Y lo hay todo.

No se necesita mente ni materia para respirar.
Solo tus palabras al cantar.
Si cantas… descubres el sonido del paraíso.
Donde están todos aquellos que dejaron de pensar,
y comenzaron a soñar.