Escondidas entre lo más oscuro,
están vuestras esencias.
Os levantáis cada mañana creyendo ser alguien,
mirándoos al espejo y no viendo nada,
porque no sois nada.
Habéis olvidado la verdad,
habéis olvidado la poesía;
habéis olvidado quiénes sois,
y por lo tanto, estáis durmiendo.
Pero aún queda esperanza para la raza humana.
Quedan los soplos de aire fresco,
como el que intento daros hoy.
Queda la esencia de mi verdad,
esta irrefutable verdad que canto desde el corazón.
Revive,
despierta,
abre los ojos,
aunque sea solo ahora y para siempre.