“Fíate sólo de tu propia experiencia”, me aconsejé hace mucho tiempo. Era el único sabio consejo que podía darme entonces. Y fue ahí cuando empezó todo…

24 de enero de 2012

“La esperanza es el océano, y tú eres el barco.”

Si tienes tantos recuerdos olvidados que en el fondo no quisiste olvidar, dime,

¿por qué los mataste?

Ahora es momento de volver al pasado y desenterrarlos. Para crearte, para darte vida, pues no se puede... 

...vivir en un presente donde no hay pasado.

Por mucho que digan, el momento no es fácil de vivir para alguien que no tiene recuerdos. Y menos aún para alguien que tuvo valiosos e importantes recuerdos, y que por un motivo que desconoce quedaron en el fondo del océano del subconsciente.

“La esperanza es el océano, y tú eres el barco.”

¿Bucearás aun con el riesgo de ahogarte, o seguirás a flote esperando llegar a ninguna parte?

Sin riesgo no hay triunfo.
Aunque yo no quería triunfar, solo...
...flotar.

De otra manera mi yo seguiría vivo.
Y no estaría en el momento de decidir entre estar vivo o no estarlo.
Porque cuando algo está vivo, el flujo natural lo impulsa hacia seguir vivo.

Y ya que estamos, ¿por qué no sigues en el barco, a ver a dónde te lleva? Tal vez encuentres una isla tan maravillosa en la que te esperen cosas tan hermosas que te impidan querer volver al mar.