“Fíate sólo de tu propia experiencia”, me aconsejé hace mucho tiempo. Era el único sabio consejo que podía darme entonces. Y fue ahí cuando empezó todo…

7 de marzo de 2012

El patito feo

El patito feo se esconde entre la multitud.
Está asustado.
Nadie lo llamó bello,
más que el ser que aún no conoció.

Era feo,
feo por los ojos,
feo por el cristal.
Feo por creerse feo,
y por estar donde está.

Esperó, y esperó.
Hasta llegar al fin del trayecto,
trayecto que lo llevó,
a la ciudad de los cisnes.

Cisnes que vuelan alto,
que cantan suave;
y feos como las moscas,
para el mundo de las otras aves.