“Fíate sólo de tu propia experiencia”, me aconsejé hace mucho tiempo. Era el único sabio consejo que podía darme entonces. Y fue ahí cuando empezó todo…

22 de febrero de 2012

Valor de creer

Shen me ha castigado,
impidiéndome salir.
Salir a donde crece la fantasía de los sueños.
Donde los sueños rezan por ver la realidad creadora del poder invisible de la mente.

Santa trinidad.
Tríada:
mente, cuerpo, y alma…

Es la línea del equilibrio,
algo que te hace sentir, querer y poder.
Mas estas tres cosas son peligrosas.
El cuidado estremece el alma, auto-detruye la mente, y crea el cuerpo.
Cuerpo de nihilismo.

El valor del todo por el precio de la nada.
Ahora todo es valioso,
porque nada valió la pena.

Por eso digo: cree…
Cree en algo,
cuando ese algo será el todo.
El todo que te encontrarás cuando termines de pensar y aterrices de forma natural en el lugar que te corresponde,
que SIEMPRE te correspondió.

Quizá no lo sabías,
pero era tu destino.
Era lo que querías.
Y lo que querías,
se hizo realidad.
Ahora eres feliz.
Pero no lo eres, no, no lo eres.

Es lo que llaman equivocación.
Y ahí es donde yo te pregunto
¿Tuviste el valor de creer,
o, simplemente, te mentiste creyendo ser quien no eras…
…pero quisiste ser.
Para olvidar que quien eras era alguien demasiado puro para lo que en el momento podías comprender.
Impureza.
Pureza inalcanzable para alguien culpable, no impuro, pero sí cumpable…
Porque la culpabilidad es el temor, es la capa que impide lo ilimitado.
Que impide Ser.
Que impide creer.
Que impide escribir.
Que impide…
Impide…

¿Es esto comedia, o drama?

Pureza concentrada en alientos putrefactos…
¡¡Eh!!
Eso es lo que nos hace vivir.
Creernos dioses de nuestro propio mundo.
Egocentrismo.
Sana mediocridad.
Vanidad.
Vanidad comparada con aquellos que ya no están.
Pues quien no está carece de importancia y por tanto…
…es importante.
Alabados sean los ancestros.
Los muertos.
¡Quiero morir!
Para ser importante,
pues como tantos otros,
soy ser,
soy putrefacción,
soy digno de entregar mi amor.

Adiós he dicho.
Desamparado.
Mañana vuelvo a nacer.
La resurrección es mi esperanza,
y es el progreso,
el VERDADERO progreso espiritual.

Anda, y vete a cagar.

Fragancias esperanzadoras

El camino me espera,
rociando su fragancia por mi presente pasado,
ya olvidado por las náuseas de un naufragio accidental.

Accidente voluntario,
voluntario por mi libertad;
libertad perdida,
pérdida por mi moral.

¿Qué se oye?
Vacío.

¿Qué hay tras los muros?
Más muros.
Muros rocosos,
como las frías e inertes rocas.
¡Muertas!
Sin vida que olvidar,
sin vida que un día poder recordar.

El camino me espera,
rociando su fragancia por mis dulces venas,
ya olvidado por las náuseas de un pasado accidental.
Accidente involuntario.
Accidente pasional.

Fueron dos los que mi patria crearon,
dos los asesinos de una irrealidad.
Comiendo, bebiendo y muriendo,
todos hemos de terminar.
Mas la muerte da esperanzas,
a aquellos que saben morir.
Pues morir no es arte fácil,
pero sí nos da de vivir.