“Fíate sólo de tu propia experiencia”, me aconsejé hace mucho tiempo. Era el único sabio consejo que podía darme entonces. Y fue ahí cuando empezó todo…

3 de febrero de 2012

Furia de la vida

Conduciendo por esta vía, rápido, despacio, ajustando las distancias, destrozando la carretera.
Llorando por no poder parar los pies.
No detener el tiempo.
No avanzar…

Sin encontrar razón alguna por la que despertar al exterior.
Por comodidad.
Mejor no buscar razón.

No hay quejas,
ni necesidad de buscar razones.
Así es el camino.
Un suceso de apariciones, circunstancias incontrolables,
misiones.
Incapacidad para parar.
Necesidad de un descanso.
Descanso impermisible
por su propia naturaleza…