“Fíate sólo de tu propia experiencia”, me aconsejé hace mucho tiempo. Era el único sabio consejo que podía darme entonces. Y fue ahí cuando empezó todo…

28 de julio de 2012

SERIEDAD

No hay nada tampoco hoy que tenga que decir, o bueno; expresar, mejor dicho.

Dicho de otra manera, que solo escribo para que me leas puesto que tanto te dices aburrir.

Pero no voy a ser tan cruel y perverso como para corromper aún más, el pétalo que se asoma tras tu velo: Esa clara y sumamente estrecha verdad.

¿Y qué si no somos nadie? El mundo se encargará -la "realidad"- de hacernos pulcros y ver la bondad.

No, el corazón miente porque la mente dice la "verdad". Es la mente quien se engaña en ese enredo de obviedad.

Obvio, esa (tan) falsa y sincera obviedad.

Pero aquí vengo a hablar de lo dulce y de lo tenebroso; de la luz y por viento también de la oscuridad. Fresco calor, podrida VerdaD.

Después de todo, ¿quién fue quien inventó la maldad? ¿Fui yo, o fue Dios a través de mi ilusoria piedad? 

No, nada que decir, pues hoy solo vengo a cantar. Tanto aburrirte q no ves mi falsa y puramente retorcida -y por ello podrida- sinceridad.

Esto es, pues, otro canto más hacia mi suciamente puro y corrupto eructo de Verde Verdad, Falsa y Feliz Felicidad. Y no, esto tampoco es un verdadero Final.