La felicidad depende solo del no-pensamiento, los factores externos solo son reflejos de nuestra forma de pensar; por tanto, si tal forma de pensar no es principalmente ordenada (paz mental), sufrimos. Sufrimos por miedo al caos, no por amor; por incomprensión, y no por saber.
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Y al decir esto último, digo también que uno no puede entender algo de por sí incomprensible, que es lo caótico. Se trata de transformarlo, pero nunca será orden puro, siempre habrá... fallos, desajustes, agujeros, imperfecciones... Ahí radica la razón del fracaso del ser humano.
La paciencia es la virtud del ejercicio de la paz, derivada la primera de la costumbre o hábito, y estos últimos, de la actitud; de la voluntad.
Si no hay voluntad, si no quieres, ¿cómo vas a poder? Pero como todo, el mundo está plagado de dicotomías. ¿Que cómo se obtiene la voluntad? Simplemente, decide si quieres o no quieres. Si no quieres y te quejas de que no puedes, ya tienes la razón de tu impotencia. ;)
