“Fíate sólo de tu propia experiencia”, me aconsejé hace mucho tiempo. Era el único sabio consejo que podía darme entonces. Y fue ahí cuando empezó todo…

21 de febrero de 2012

Rebelión contra lo que es

Te amé,
como no está escrito.

Ahora comprendo,
y no lo puedo escribir.

Mas el amor es ilusión,
y me creó; me destruyó.

Aspiré a ser como tú querías que fuera,
y ahora aspiro ser otra cosa.

Es un rompecabezas extraño,
el del poder y la frustración…
Un rompecabezas perdido,
entre tanta loca función.

Sé que estás lejos.
Que hay cierta y dura distancia entre tú y yo.
Y eso me importa,
me importa más de lo que crees.

Pero hago parecer que no,
que todo me da igual.
Y me lo creo.
Y lo hago real.
Y lo termina siendo.

…Mas sé que no lo es,
porque detrás de todas estas palabras impuras se esconde una abrumadora pureza que a veces trato de hacerte ver.

La pureza dice que aún no es tarde para los reencuentros, para los momentos olvidados que deben ser recobrados…
…para aprender.
Aprender, crecer…
No logro destapar completamente la barrera que ahora nos separa,
pero es que el miedo sube,
a veces parece que no termina de subir.
Y es un miedo comprensible, pues yo, al menos, lo entiendo.
O quizá quiero entenderlo.

El miedo me domina.
Pero al decir esto tengo valor.
Al hablar tengo valor.
Al escribir tengo cojones de plantarle cara a mi sombra.

Olvidé cómo amar

Cada día me enamoro más de la esperanza que me alumbra,
día y noche.
Y, mientras tanto,
suspiro.
Espero a la espera.
como las almas puras esperan morir.


Y el amor convence,
con dulzura y desnudez.
Seduce.
Mata con traición.

El amor es lo inexpresivo,
porque vacío está,
aquello que no se puede tocar.

¿Qué es el amor?
Quizá un cúmulo de mentiras, de promesas incumplidas.
Pero yo sé, como muchos otros saben.
Que el amor es lo mejor;
Que el amor es;
Que sin amor no hay.

Y entonces, al saborear la esencia de aquello de lo que hablo, parece ser otra cosa. Y luego cambia.
Y tan olvidado y enterrado queda aquel pasional y tormentosamente extasiante pasado sentir.

Si, ¡oh!, si puediera recordar
Pediría poder darte un último beso,
para poder revivir,
recordar,
renacer,
nacer,
resucitar…

Entonces… me gustaría que te quedaras conmigo.
Y no te fueras, no, no te fueras nunca.

Pero como te vas a ir, no quiero volver a verte.
Prefiero estar solo.
Prefiero olvidar.
Y ahora comprendo por qué…
por qué te decidí olvidar