Sensaciones molestas al despertar.
Rollos psicodélicos.
Enlaces hacia la luz.
¡Mentes destruidas!
Mentes.
Mentes concentradas,
ilimitadas.
No hay muerto sin vida,
que no haya querido vivir.
La luz de la desesperanza nubla los ojos,
de aquellos que mueren.
Triste tristeza,
la que arranca del tronco de la soberbia,
de la falta de hábito y conciencia.
¿Sabiduría?
Quizá algunos pocos,
enfermos,
inadaptados,
humanos...
...se salven de esta concentración ilícita,
de inmensamente sabrosos e intensos...
...placeres de la vida.