“Fíate sólo de tu propia experiencia”, me aconsejé hace mucho tiempo. Era el único sabio consejo que podía darme entonces. Y fue ahí cuando empezó todo…

27 de enero de 2012

You must take the control

Cuando las gotas caen al agua, es porque está lloviendo.

Cuando está lloviendo es porque estoy llorando.

Lloro de emoción.

Me emociona la lluvia.

Cristales en el fondo del mar, brillando mientras me quedo embelesado con los mocos cayéndome.

Cayéndome al abismo de la desesperación…

…procuro recordar,
recordar que nazco,
y al nacer recuerdo.
Y en el recuerdo te creo,
porque tú me creaste,
con amor.
Y por esto es que estoy vivo.

Y el brillo va desapareciendo conforme mis lágrimas cesan,
pues no eran más que mis ojos empañados,
ilusión de la vida;
ilusión que te mantiene vivo;
ilusión que cae en la cuenta del provecho ajeno y propio basado en el autoengaño por una simple sonrisa,
y un amanecer.
Día a día.
Completitud e incompletitud.
Siempre,
siempre,
toca elegir...

¿Tú hacia dónde vas? ¿Hacia la selva inhumana, o hacia el conocer del alma humana?
Dejarte llevar, o llevarte con control.

Yu mast teic de contchroul.

24 de enero de 2012

“La esperanza es el océano, y tú eres el barco.”

Si tienes tantos recuerdos olvidados que en el fondo no quisiste olvidar, dime,

¿por qué los mataste?

Ahora es momento de volver al pasado y desenterrarlos. Para crearte, para darte vida, pues no se puede... 

...vivir en un presente donde no hay pasado.

Por mucho que digan, el momento no es fácil de vivir para alguien que no tiene recuerdos. Y menos aún para alguien que tuvo valiosos e importantes recuerdos, y que por un motivo que desconoce quedaron en el fondo del océano del subconsciente.

“La esperanza es el océano, y tú eres el barco.”

¿Bucearás aun con el riesgo de ahogarte, o seguirás a flote esperando llegar a ninguna parte?

Sin riesgo no hay triunfo.
Aunque yo no quería triunfar, solo...
...flotar.

De otra manera mi yo seguiría vivo.
Y no estaría en el momento de decidir entre estar vivo o no estarlo.
Porque cuando algo está vivo, el flujo natural lo impulsa hacia seguir vivo.

Y ya que estamos, ¿por qué no sigues en el barco, a ver a dónde te lleva? Tal vez encuentres una isla tan maravillosa en la que te esperen cosas tan hermosas que te impidan querer volver al mar.

19 de enero de 2012

Éxtasis

Sereno y tranquilo.

Pausado ante lo variante.

Pero en vigilia constante.

A pesar de cada caída, cada huella,
cada raspazo,
cada caída y pinchazo.

Algo fluye por unas venas marchitas,
vibrante,
brillante.

Aún es pronto para lo ajeno,
aquello de lo que ahora se habla.
Y mucho se calla.

Pero es vislumbrante el amanecer,
de una nueva era,
que al renacer
espera
a todo aquel
iluso

...que se atreva a entrar.

En “esa” cueva.
Maravillosa esfera infinita de sueños muertos y vivos al mismo tiempo.
Vida.

Lluvia seca

Jugamos de forma sencilla, creyéndonos dentro de un juego complejo. Con almas y sentimientos. Palabras que no solo son palabras. Arden como demonios dentro del sentir macabro y violento de algo inhumano.

Por eso el humano es tan diabólico a veces. Procede de él mucho de lo que nunca le correspondió en sí mismo, y siempre llevó consigo.

El relato secuencial termina en ese mismo instante en que el dolor comienza, es decir, al comienzo. Porque es imposible decir nada de lo que está muerto nada más comenzar, salvo eso mismo, que duró solo un instante, instante mismo en que pereció, y se olvidó...

Mirada a un atardecer

Entro en el océano y buceo para alcanzar la superficie de lo oculto y lo superfluo.

Teatro de una tragedia.

Donde el fin y el principio se cruzan formando un arma,
arma que emplea su tono para morder lo inalcanzable de la nada.

Y ahí empezó la tragedia.

Sinuoso y suave,
diluyente y hostil.
Fructífero.
Aterrador.
Doliente.

La nada acechaba constantemente con su resplandor inapreciable e imperceptible mediante los sentidos humanos.

La nada creaba más nada y de nuevo atacaba con asoladora y oscura nada.

Pero algo montante y enfermo lloraba y se quejaba por nacer. Con miedo y valor, y profunda desesperación, preguntaba dónde estaba ella. Moría constantemente esperando nacer. Con la lluvia y corriente tempestad de lo ilimitado, seguía nadando, buceando los límites de lo no alcanzable.

Porque no había respuestas que responder a ninguna pregunta que pudiera existir. Automática e imprevisiblemente se mecía en la cueva escudriñando pasaje por pasaje. Pequeña mínima porción de una pasión rojiza por el despertar de lo eterno.

Títere de un director sin orquesta ni melodía. Vacío y lleno de mierda.

Mierda,
como único motor,
y esperanzadores renacientes y resquicios,
ardores brotes de locura y enfermiza pasión.
Velleza abrumada por lo orrendo.

Poesía amada por ciegos,
y actuaciones vistas por mudos.

Así es como canta el pájaro muerto que aún no ha nacido,
y cuyas alas solo se asoman por una orilla de un eterno cielo oscuro sin una mínima pero encantadora sonrisa de un agujero por donde mirar, que nunca se verá, pero que podrá apreciarse en este atardecer.

Mañana será otro día...