“Fíate sólo de tu propia experiencia”, me aconsejé hace mucho tiempo. Era el único sabio consejo que podía darme entonces. Y fue ahí cuando empezó todo…

17 de marzo de 2012

Esperanza por dulce tristeza

Alfileres clavándose en mis mejillas.
Risa amable y dulce que mortifica.
Ahora o nunca.
Espero más y más risas.
Porque mientras ría, el pájaro estará callado.

El pájaro solo pía cuando va a salir el sol.
Las risas de la noche son llantos ensordecedores,
que ocultan gran pasión,
lucha interna;
desesperación.

Y quiero que permanezca en silencio,
pues ese silencio me acerca hacia el ser.
Hacia el ser Verdad,
ser aquello que nunca escuché.
Oh, llanto del silencio,
ilumíname como solo tú sabes hacerlo,
estando callado.

Pío, pío,
se acerca el rugir del Sol.
Ya viene la alegría,
terrible alegría que aguarda a la tristeza.
Dulce tristeza que aumenta la melancolía.
Melancolía por estar vivo.
Alegría por estar triste.
Tristeza por ir muriéndose,
viveza por saber que muero.

Cántame,
y sigue cantando.
Yo te espero.
Te espero con mis brazos abiertos.